viernes, 12 de noviembre de 2010

Carlos Edmundo de Ory


Hipérbole del amoroso


Te amo tanto que duermo con los ojos abiertos.
Te amo tanto que hablo con los árboles.
Te amo tanto que como ruiseñores.
Te amo tanto que lloro joyas de oro.
Te amo tanto que mi alma tiene trenzas.
Te amo tanto que me olvido del mar.
Te amo tanto que las arañas me sonríen.
Te amo tanto que soy una jirafa.
Te amo tanto que a Dios telefoneo.
Te amo tanto que acabo de nacer.

3 comentarios:

Adrián dijo...

Muy bonito marigé, te ha costado actualizarlo eh? jaja
Buen finde a todos

Patricia Clemente dijo...

Bonito poema (:
Un beso.

Cristina Leo. dijo...

Te amo tanto que acabo de nacer.
Me encanta ese último verso, parece el empieze de otro poema o relato...de algo exageradamente sincero.